En 1980, mi tío Julio Vilches llegó a la isla de Sálvora, situada en la bocana
de la Ría de Arousa (Galicia), para trabajar como farero, un oficio que
continuaría desempeñando durante 37 años, hasta la reciente
automatización del faro. En esta breve pieza documental, Julio narra en
primera persona lo que suponía vivir en una isla salvaje y prácticamente
desierta, inicialmente propiedad de un marqués con poco sentido del
humor, la evolución de los trabajos del faro o las actividades
cotidianas a las que dedicar el abundante tiempo libre. Acompañan el
relato oral imágenes en super8 de la isla y el faro, un
soporte de cine analógico que comparte con el tema de los faros un aire
anacrónico.